Elegir la válvula correcta significa comprender los diferentes tipos y cómo funcionan internamente.
válvula de globo, válvula reguladora o válvula de seguridad.
válvula de compuerta, válvula de bola, válvula de mariposa, etc.
cuerpo de la válvula, vástago de la válvula, disco de la válvula y superficie de sellado, todos fabricados con materiales adecuados.
operación manual, eléctrica, hidráulica o neumática.
La longitud y altura de la válvula.
Brida, conexión roscada o soldada.
Fabricadas mediante diferentes métodos, como soldadura o integradas en el cuerpo de la válvula.
Opciones de vástago giratorio o ascendente.
Definir la función de la válvula, la presión de trabajo, la temperatura y el tipo de fluido que se controla.
Identifique el diámetro de la tubería y determine el método de conexión de la válvula (bridada, roscada, soldada, etc.).
Decidir cómo se operará la válvula, como manualmente, eléctricamente, neumáticamente o hidráulicamente.
Seleccione materiales que se adapten a la presión, la temperatura y la corrosividad del medio, como acero al carbono, acero inoxidable o acero aleado.
Elija el tipo específico de válvula (por ejemplo, válvula de cierre, de regulación, de seguridad) y su diseño (por ejemplo, válvula de compuerta, válvula de bola, válvula de mariposa).
Para válvulas automáticas, determine la resistencia al flujo, la capacidad de descarga y el diámetro nominal de la válvula.
Asegúrese de que la válvula cumpla con el nivel de sellado necesario según la aplicación, como sellado blando o duro.
Valide el rendimiento de la válvula simulando su funcionamiento en condiciones de trabajo reales, como presión, temperatura y caudal.